Esta nueva etapa de cuarentena en la que Alberto Fernández le trasladó la responsabilidad de apertura a las provincias, abrió un escenario productivo completamente diverso.

Mientras que muchos distritos como Capital o Buenos Aires, e incluso los que no poseen casos de contagios como Formosa y Catamarca, tienen una postura de cautela inicial sin liberar ninguna actividad, en otros se observa una fuerte decisión por acelerar la desescalada.

En este sentido sobresalen los casos de Corrientes y Córdoba, la segunda provincia más importante del país en términos poblacionales y económicos. El gobierno de Gustavo Valdés fue quizás el más arriesgado al autorizar la apertura de comercios, paseos de compras, galerías comerciales y shoppings en todo el territorio provincial con un horario restringido de 9 a 17 horas y la restricción para el caso de los patios de comidas, sectores de juegos para niños y cines.

El shopping de Corrientes volvió a funcionar.

También se habilitó las oficinas de cobro de servicios, atención sanitaria, el trabajo de profesionales independientes como escribanos, contadores o abogados

En el caso de Córdoba, la atención se concentró en el regreso de la construcción de obras privadas, como adelantó LPO, pero también se extendió a comercios minoristas y profesionales independientes.

La construcción acelera la apertura y negocia la incorporación de nuevas provincias

A diferencia de Corrientes, la provincia de Schiaretti decidió una "segmentación geográfica" donde se establecieron dos categorías: las zonas rojas y las blancas. Las primeras son aquellas que tienen casos activos y/o transmisión comunitaria y los municipios que se encuentren dentro de los cuatro grandes conglomerados urbanos del distrito: el Gran Córdoba; Río Cuarto (junto a Las Higueras y Santa Catalina); Villa María y Villa Nueva; y San Francisco. Allí el aislamiento se mantendrá como antes.

En cambio, en las zonas blancas que no cuentan con circulación viral se flexibilizarán los rubros mencionados con protocolos, turnos previos, guías obligatorias y permisos de circulación de acuerdo a la terminación del número de DNI.

Apertura de peluquerías en San Juan.

Un camino similar eligió Neuquén, que además de la división en micro regiones, puso énfasis en la apertura de las obras privadas. Según comunicaron, desde el lunes ya recibieron 35 pedidos de reanudación de proyectos y siete solicitudes de nuevas edificaciones.

San Juan, por su parte, llamó la atención por privilegiar el trabajo de las peluquerías, que a partir de esta semana están habilitadas para atender clientes normalmente.

Como es sabido, el mayor problema de las ciudades populosas para seguir este sendero es el transporte público, uno de los principales focos de infección en el mundo. Por ejemplo, la Ciudad de Buenos Aires tenía mucho interés en flexibilizar la obra privada, pero al estudiar la actividad se dio cuenta que el 70% de los casi 150 mil trabajadores del sector residen en el conurbano.